Instituto Nacional de Cultura

(Antiguo Palacio Legislativo y de Justicia)

Reseña histórica

En tiempo de la colonia existió un edificio en este sitio que fue construido en 1705, donde oficiaba la Real Audiencia, la Cárcel de Cortes y el Cuartel Militar de Chiriquí.

Este edificio fue inicialmente ideado como el Palacio Legislativo y de Justicia, dando cumplimiento a la ley 35 de noviembre de 1924. Tras la mudanza de la Asamblea en la década de 1950 solo quedó el Palacio de Justicia. En 1993 la Corte Suprema de Justicia se trasladó, y el edificio se convirtió en la sede del Instituto Nacional de Cultura (INAC) y del teatro Anita Villalaz.

Foto: Alexander Arosemena.

Para visitarlo

Curiosidades

El edificio original fue diseñado por Genero Ruggieri: los planos costaron 5 mil balboas. También se le contrató para supervisar su construcción, pagándole el 3% del costo, calculado en B/.350,000.00. El edificio se inició en 1930 y debía ser terminado en un plazo de dos años.

Según algunos, Ruggieri realizó el plano o “croquis” en Roma, trayéndolo luego a Panamá sin conocimiento de las dimensiones del lote ni las funciones que tendría.
Analizando algunas fotos de edificios similares en Italia, se han encontrado similitudes al Palacio de Justicia con el Palacio Borghese de Roma, construido por Flavio Ponzio en el siglo XVII. Es probable de que Ruggieri se inspirara por lo menos en la fachada del Borghese para realizar el edificio panameño.

Así es como debía lucir el Palacio de Justicia según los planos de Ruggieri.

Imagen del Teatro Borghese en Roma. El Palacio de Justicia panameño le recuerda con su diseño.

Las obras se renovaron en abril del mismo año, cuando se comisionó a Rogelio Navarro para completar la obra. Coincidentalmente, Navarro fue miembro activo del movimiento Acción Comunal que depuso al presidente Arosemena. El nuevo arquitecto introdujo cambios en la obra, incluyendo la confección de nuevos planos. Se cree que la obra se debió terminar entre 1935 a 1936.
La obra de Navarro resultó igualmente en edificio de concreto armado y compuesto por una planta baja y dos altos, con forma pentagonal. Mantuvo mucho de lo que ya existía, como el patio con sus galerías y muchos de los despachos, pero eliminó gran parte de la decoración. Su aporte se aprecia, ante todo, en los dos pisos superiores del edificio principal, mucho más sobrios que el resto. Dos escaleras tipo imperio recubiertas de granito suben al nivel superior, una a mano izquierda y otra a derecha.

Imagen publicada en la sección Raíces de La Prensa, que muestra el lateral del edificio, con el hemiciclo de la Asamblea. Hoy día es el Teatro Anita Villalaz.

La fachada principal se hizo más sencilla que la original de Ruggieri, con grandes ventanales y cinco grandes puertas de acceso hacia un lobby cercano al patio interior. Tiene escrito sobre el friso superior las palabras en latín LEX y IVSTITIA (Ley y Justicia).
El Palacio de Justicia fue planeado sobre las restos del cuartel de la Plaza de Francia, y estaba constituido originalmente por una planta baja para albergar la Asamblea Legislativa; un primer piso para la Corte Suprema de Justicia, y un segundo para la Procuraduría General junto con los juzgados.
Ruggieri propuso un edificio asimétrico, con un ala principal de planta poligonal y un hemiciclo como recinto para la Asamblea Legislativa. Un gran portal columnado permitiría el acceso a autos. Sin embargo, la obra fue suspendida el 2 de enero de 1931, cuando derrocan al gobierno del ingeniero Florencio Harmodio Arosemena (1928-1930), gran amigo de Rugieri; ambos estudiaron juntos en Alemania. A raíz del cese presidencial de Arosemena, Ruggieri salió del país sin dejar rastros.

La fachada del edificio posee 4 medallones decorativos que recuerdan los usados por Ruggieri en el Teatro Nacional, que representan juristas del istmo del periodo colonial:

Manuel Josef de Ayala (1726 – 1805), quien desempeñó funciones como Archivero y representante ante el Consejo de Indias y Consejero del Supremo Consejo de Indias.
José Joaquín Ortiz y Gálvez (1774 – ¿?), representante del Istmo ante las Cortes de Cádiz.
Miguel Chiari. (1808 – 1881)
Justo Arosemena, creador del Estado Federal en 1850. (1817 – 1896).